sábado, 1 de noviembre de 2008

...

en la frontera de la despedida
me (d)escribí


y si el cansancio tiene un límite


entonces


debe mi cuerpo contenerlo

tengo mi yo agotado y repleto

de incapacidad

hastiado mi nombre

de ser fracaso

y continuan tus silencios

desternados

8 comentarios:

Raquel T. dijo...

Despedirse es siempre como perder una parte de sí mismo, sin remedio, sin contemplaciones, sin poder hacer nada más ante ello que sentir, precisamente eso Izaskun, el enorme agotamiento que produce aferrar el alma a la carne, porque ella también querría marcharse...
Estupenda y sincera descripción, me identifico con ella.
¡Gracias!
Un abrazo feliz de haber llegado a tu "casa"...

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias, Raquel, por venir. Los silencios sin motivo desconocido me matan, sí, y me siento despedida.
Un abrazo.
Izaskun

Gemma dijo...

"(...)y continúan tus silencios
desternados".

Lo de los silencios desternados suena a verdadero destierro.
Un fuerte abrazo,

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias por quedar tu en silencio para mis tonterías. Muchas gracias.
Muy buen viaje, Mega. Seguro que lo disfrutarás.
Un fuerte abrazo

Anónimo dijo...

Que hermoso es el silencio despues de una algarabía, pero nada mas triste cuando apaga una voz que deseamos escuchar.

Duro pero bello lo que encierran tus versos, me lo llevo a mi Triana.

Un abrazo con sonido de palillos y guitarra de la cava.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Triste sí, angustiosa espera la de la voz que se desea.
Un abrazo de aurora hoy.

Miriam Jerade dijo...

Qué hermoso, estoy de la vida newyorkina me ha impedido visitarte. Yo también me detuve largamente en los silencios desternados aunque encarnados. Saludos.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias Miriam. Felicidades por el trinfo de Obama. Abraza a Marian de mi parte.
Besos