Las páginas 10 y 11 con la foto de un niño de y en Caquetá (Colombia) lleva el texto que sigue:
DÉJATE CONTAR UN CUENTO
texto de Paula Farias.
HOY VOLVERÉ a ser invisible. Del color del verde y de la caña, del color del monte. Y de nuevo nadie me verá. Ni los hombres de ruido, que llegan llenando el pueblo de alboroto, ni los sigilosos, los que dormitan debajo de las hojas de lechuga cuando creen que nadie los ve. No importa, venga quien venga no me verán, porque hoy también soy invisible. Y así, seré del color del monte para el hombre de ruido y del color de la tierra para el sigiloso y pasaré la tarde aquí, escondido, en silencio, esperando a que todos se marchen y el juego termine una vez más.
Aunque lo cierto es que ya hace tiempo que el juego no me gusta porque cada vez somos menos los que jugamos y cada vez resulta todo más difícil.
4 comentarios:
No hay mejor modo de desaparecer que mimetizarse con el entorno.
Mira: yo me hago letras entre letras y, ¡paf!, ya no me ves.
Besos, Izaskun.
En efecto, desparecer estando en, como los Ninyas. A ti te olfateo en las letras.
Gracias por la visita.
Besos, Dédalus
OH Dédalus, un no color para mi.
Oh Izaskun, un sin historia para mi.
Vuelvo al silencio que es lo mio.
Un abrazo difuso.
Sergio Astorga
Una historia fuerte, hermosa y triste, no tanto por volverse invisible, eso nos tienta a todos, sino porque el juego resulta difícil.
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