Aceptar que Adriano es mi amigo me provocó un gran extrañamiento. Me quedé varios días muy pensativa, consulté con mis personas más queridas, me cuestioné mi pasado mi presente y mi futuro, me llené de herpes, me miré al espejo por ver qué me decía esa señora que se asoma y me tapa. Dudé existiendo y por fin admití lo que para los demás era hacía tiempo evidente: Adriano es mi amigo.
Hace quince años que Adriano y yo nos conocemos. Él se jacta de recordar perfectamente la primera vez que nos vimos y cómo se dirigió a mí. Yo lo creo y me río pensando qué tiene de extraño que dos personas que llevan quince años viéndose, que han estudiado juntas, que han tomado copas, montado exposiciones y barrido suelos a dúo sean amigas. Me río de mí y de mis pensamientos reaccionarios (que tenerlos los tengo pero bien coartaditos) porque aunque he compartido conversaciones sobre lo divino y lo humano con Adriano, aunque nos hemos hecho confesiones íntimas y he sido la primera en enterarme de algunas anécdotas de su vida me costó tolerar (así son mis contradicciones) que tengo un amigo con diecinueve años. Pero lo tengo; es un chico delicioso, guapo y dulce, comprensivo e inteligente, creativo y realista. No es perfecto, pero sí delicioso mi niño Chano, que así lo llamo.
Nos conocimos por mi trabajo de maestra de parvulitos y la chispa fue inmediata. El curso fue maravilloso: hicimos bombones en clase y Chano se lamió las manos con la cara de felicidad más sincera que en mi vida he visto; dibujamos trenzas en una Serena de tamaño real que pintamos para la presentación del libro del mismo título de Juan Cruz; aprendí con él sobre mis rodillas lo que es un 360 y lo divertido que es coger olas; y fuimos juntos a la playa... y ¡disfruté tanto!
(Y a juzgar por su carita creo que también Chano, que lucía este extraordinario moreno con cuatro añitos lo pasó bien aquel día).
Pero terminó el año (que dicen que lo bueno si breve) y yo sí seguí viendo a Adriano. Y continuamos hablando y persistí en la práctica de hacerle cosquillas para que me mostrara sus magníficos tres hoyuelos, y lo observé mirándome de reojo cuando su padre le hablaba en inglés al ir a recogerlo y creció y creció y llegó a 4º de ESO y nos despedimos formalmente para seguir frecuentándonos.
Adriano adolescente grafitero me dejó verlo manejar sus botes, me enseñó técnicas y me presentó la obra de Bansky. Chano cariñoso hizo para compañeros más jóvenes fotos de todos los profes como personajes para un almanaque (me tocó el Morfeo de Matrix), me consultó dudas de todo tipo, me presentó a su novia, me propuso montar festivales de arte joven (los dos que hicimos fueron maravillosos) y se me hizo universitario. Hoy Chano, segundo curso de Bellas Artes, carné de conducir desde hace un año, fotógrafo en franca mejoría, seguidor de mi blog y colega de mis hijos es el artista del que más obras tengo en mi casa y un muy, muy querido amigo más allá de nuestras edades y mi censura. Y quería escribirlo para dejar constancia del amor que le tengo, de lo mucho que me ayuda, de lo importante que me es su sonrisa, de lo orgullosa que me siento de nuestra amistad.
Gracias, Adriano. Tu amistad es un privilegio.
Muchos, muchos besos.
(Ah, y lo tengo enlazado, claro, es el niño del Cuarto de Aperos)
La fuente en la plaza
Hace 4 horas
23 comentarios:
:)
Que bien.
Besos.
hermosa relación... y el relato que haces es maravilloso
la amistad nos salva y nos reconcilia con la vida
:)
un beso, Izaskun
No me extraña esa amistad.
Después de más de cuarenta años metido en eso de la enseñanza sabe uno de alumnos formidables que nos enseñaron más a nosotros que nosotros a ellos.
Ser su amigo siempre fue un privilegio de quienes los hemos visto crecer desde tan cerca.
En el caso de tu Adriano no me extraña. Me he dado una vuelta por el Cuarto de Aperos y he comprobado la categoría del trabajo del muchacho.
Besos.
Qué buenos amigos haces. Tu relato de Adriano me lo hizo entrañable. Besos
PS: Cuando la chispa surge, no hay nada que hacer. ;-)
Yo tengo muchos amigos de esa edad, y me piden que les haga cada fin de curso una paella en casa... y la hago, y son todos ellos/as geniales. Sin ellos, la enseñanza no valdria la pena, pues lo demas es relativo, muy relativo.
Haces pero que muy bien al mandarle este post que seguro le llega al alma.
Besos, y pasa un buen domingo.
Genial, ahora me paso por su casita!
La amistad, como el amor no tiene edad, ya lo sabes, pero siempre nos viene bien recordarlo.
Acabo de visitar su cuarto de aperos...
Tiene arte tu amigo!
Izaskun, no sabes como entiendo tu reticente manera de admitir esa amistad.
Me ha ocurrido en tres ocasiones en mi vida algo así. En una ocasión por muy mayor, en dos por excesivamente jóvenes.
Y es que parece que al final, nos importa demasiado lo que piense la gente y no deberíade ser así.
Un abrazo.
Si la amistad se resumiera en este relato tan bello... Qué significado más eterno!!!
Besos!
Acabante de aterrizar de Madrid(no hace ni una hora) he de decir que me has dejado sin palabras, mil gracias por el texto.
La verdad es que intento escribir algo, pero sabes que la expresión escrita nunca ha sido lo mio.
Solo eso, emocionado estoy. Muchisimos besos y más abrazos.
¡Qué importante es saber reconocer a tiempo lo que se tiene! Pararse a admirar las gentes y circunstancias hermosas que nos acompañan, deleitarse con ello y entonarlo en voz alta. Decirnos, en definitiva, que nos queremos.
Un besote, qué bonito texto.
la amistad es siempre maravillosa...nos regala hermosos momentos de complicidad y es una pena que los miedos puedn a veces más que las ganas de dejarla crecer.besos guapa
¿Sabes, mi reina?... Creo que, inevitablemente, siempre tendrás y merecerás esa amistad, hecha a base de cariño y mimo, porque las semillas que plantas son únicas y la dedicación que pones en hacerlas crecer es la respuesta al misterio de la afinidad.
Abrazos de amigos reales (en ambos sentidos ;)
¡Qué bueno, Izaskun!
Se te rompió la cajita de relación maestra-alumno querido donde habías guardado esa relación. Era demasiado pequeña para lo que guardaba. No solo es tu amigo, sino que es una bella amistad, de esas que nos mantienen vivos.
Enhorabuena a los dos. Os lo merecéis.
Siempre me embelesan tus amistades y como os tratais; como las expresas, las sientes y las presentas.... un verdadero honor pertenecer a tu gente.
Una sonrisa aun lejana
Llegaste el primero Toro. Qué ilusión tu sonrisa y qué bien sí mi amistad con Chano.
Un beso.
Gracias, siempre, por tus palabras, querido Camille. "La amistad nos reconcilia con la vida". ¡Qué bello!
Beso.
Ybris, verte por aquí es siempre un privilegio. Siento tus palabras como dardos de sabiduría que ya estuvieron donde yo apenas alcanzo.
Gracias por venir y por pasearte por el cuartito de Adriano.
Un abrazo.
Querida Mega, es verdad que contra la chispa poco o nada cabe hacer. Ojalá me cuentes algún día entre tus buenos amigos.
Un beso fuerte.
Querida Eva, estoy tan tan feliz con tu vuelta que no sé ni qué decirte. Tu paella debe ser un escándalo de buena y, desde luego, la enseñanza sí merece la pena.
Un beso.
Brujita, requetegracias por pasearte sobre el blog de Chano. Sí tiene arte el niño y lo que le queda.
Un beso con canela.
Querida Pizarr, sí, estoy cargada ded prejuicios contra los que peleo a diario. Todos los que no tengo contra el mundo los tengo contra mí. Pero, eso sí, los tengo a raya (o lo intento).
Un abrazo fortísimo. Muchísimas gracias por venir.
Beeril, mil gracias por tu visita y tu comentario. Adriano se merece esta amistad y todo lo bueno que le pase, que será mucho. Gracias.
Bienllegado a la isla, prota de la historia. A ver cuándo nos vemos y me cuentas y...
Tenía muchas ganas de hacer pública nuestra amistad porque sí "me cuesta tanto..."
Besitos, abrazotes y cita.
Hola Mala. Me alegro mucho de verte por aquí. Un abrazote.
Querida Marisa, tus comentarios me ayudan a crecer continuamente. Muchas gracias, belleza. Un beso fuerte.
Querida princesita, tus cuidados me mantienen. Supongo que soy una mimosa y en consecuencia adoro mimar.
Beso.
Nán tus palabras son un lujo. La cajita era pequeña, en efecto, y por fortuna se rompió. Gracias por todo.
Un beso.
Entre esa gente nuestra te cuento querada Ilia. Sigo tu viaje con pasión. Un beso a cualquier altura.
Iba leyendo... a medida que mis ojos se humedecian y mi garganta se apretaba en sí para ahogar lo que no sabría decir.
Se transmite tan hermosamente esa amistad!!
Me alegra haber llegado hasta vos.
Besos.
Bienvenida Ale, la alegría es mutua pues también yo fui de visita a tu noche y descubrí tristes palabras precisas que me renovaron emociones.
Un beso.
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