martes, 24 de abril de 2012

ADIÓS, GRACIAS

Queridas amigas, queridos amigos:

En el año 2008 abrí esta bitácora a la que muchas de ustedes se asoman hoy por primera vez. La puse en marcha sin un objetivo concreto (¿pueden no serlo?) y me vertí en ella usando palabras propias y ajenas. No tenía la menor idea de cómo funcionaba este mundillo intangible pero real y me sorprendió recibir en poco tiempo numerosos comentarios que se tradujeron en otros tantos amigos. Fueron tiempos de amistad intensa y escritura caótica en los que grité, soñé, inventé y agradecí. Tiempos que pasaron y que hoy vengo a despedir, sin amargura, sin tristeza, con la ternura de quien cierra la última página de un libro sabiendo que siempre lo llevará dentro, con serenidad. Vengo a despedirme de esta página que lancé al océano porque no encuentro ya el tiempo para teclear en ella, porque la librería que concebí me demanda, porque no le encuentro sentido a mantenerla abierta sin mimarla adecuadamente. Porque sí. Vengo a despedirme con un hasta luego porque no dejo de pensar que algún día abriré otra página y me reencontraré en ella con navegantes que ya me son imprescindibles y surcaré las palabras acompañada de mi Cachalote ausente. A despedirme con un adiós sin llanto, porque este sitio desaparecerá, pero no ustedes. A despedirme porque corren otros tiempos y me toca volver a las libretas, a las servilletas, a los papelitos sueltos; volver a la lectura.

Me voy queridas amigas. Me voy queridos amigos. Pero no, no pienso hacerlo sin darles las gracias, porque quiero, necesito hacerlo.
Gracias a todas aquellas personas que en los últimos años han visitado este sitio, a las calladas y a las que han dicho, a las conocidas y las anónimas. A todas, porque todas me han sostenido. Gracias a Gemma y a Paz, a Ángel y a NàN, a Toro, a Ciberculturalia, a Isabel (no te olvido), a Almazán, a Lauren, a la Zarzamora, a Ybris. Gracias a Lena, a Marisa, al Cangrejo y a Ilia. Gracias a Maribel y a Triana (qué ganas de otro pescaíto frito). Gracias a Raquel, a Stefano, a Juanma, a Marisa. Gracias a Miriam y a la Esponjita (México sigue pendiente). Gracias a todas las que olvido escribiendo de memorieta. Gracias a Juanan y a Pizarr, que están siempre. Gracias a María y a Arobo. Gracias a María Jesús Paradela y a Felipe. Gracias a Delirio y a quienes la hacen. Gracias a la Flamenquita. Gracias a quienes me han arropado, a quienes me han criticado, a quienes en algún momento sonrieron.

Me voy a la librería que debe ser para que mi familia sea y antes de hacerlo sigo agradeciendo y lo hago ahora a quienes siempre han estado y sé que estarán:
Gracias, Patrick, sé que estás.
Gracias, Alejandro Gelaz, a sus pies, caballero.
Gracias, María Eugenia Mendoza, la librería no sería sin tu apoyo.
Gracias, Sergio Astorga, amigo casi padre.
Gracias Helena Braga, mujer en pie de igualdad.
Gracias, Lilian creadora de la escritura. Simpre llevaré conmigo a las chicas, a fábola, a los tigres y al desierto.  Siempre llevaré tu palabra.

Y para no alargar más la despida que ya parece una mala ópera solo presentarles (es un momentito) a las personas que apoyan a la librera que soy y agradecerles que estén donde están:

Gracias a todas las escritoras que han pasado por aquí en los dos últimos años. Y a las que no han pasado, también. Gracias a las que ayer se dieron cita en la librería para celebrar el Día del Libro, para apoyar este proyecto loco, para palabrear sin cortapisas. Gracias a:
Ana Joyanes, Elena Morales, Balbina Rivero, Meme, Marcamar, Pilar Durán, Covadonga, Lazara Tania, Vivi, Verónica, Ángela. Gracias a Carmen de la Rosa, que me propuso el acto, a Balbina Rivero y a Covadonga que siempre procuran estar, a Cecilia Domínguez que lee desde la humildad de las grandes escritoras. Gracias a Juana Santana, a Nuria, a Gloria y Ana Beltrán (tu elegancia siempre me asombra). Gracias a Daniel Bernal que nos soportó estoicamente y leyó a Suzuki Masajo,. Sor Juana Inés y a Alejandra Pizarnik para nosotras. 
Gracias a Puri por venir con su grupo del Tablero, por venir siempre, por su implicación. Gracias a Maite que se deja la piel en el apoyo incondicional.
Gracias.
Gracias a todas y todos los que vinieron, oyeron, compraron, compartieron.
Gracias a Bea por sus notas de prensa, a Elena Castillo por el ofrecimiento, a Beatriz por todo (gracias, Beatriz, cuando siento que no puedo más me asomo a tu blog y me obligo a seguir).
Gracias a Cao que nunca falla y a Teresa que viene pese a su salud.
Gracias a Ana Hernández, feminista hacedora de redes.
Gracias a Ana Jiménez y a Verónica Nielssen.
Gracias a quienes no nombre (no se me enfaden, que para la próxima apunto).
Gracias.
Gracias, Marina y Montse porque sé que hubieran venido. Y por el mismo motivo a Julia.
Gracias, Elsa, por tu respuesta.
Gracias.
Gracias, Margarita, tu paciencia rompe todos los límites de la lógica.
Gracias, Yeya, hacia tu bondad no tengo palabras pero no puedo dejar de decir que sin ti, sin duda, la librería llevaría algún tiempo cerrada.

Y ahora sí me voy, queridas, queridos.
Adiós.
Gracias.




15 comentarios:

Marisa Peña dijo...

gracias a ti...te mereces que tu proyecto siga adelante, porque hace mucha falta gente que se implique, que ame los libros y que se dé a ellos como tú lo haces.¡Qué pena estar tan lejos y no poder ir a tu librería y compartir!un abrazo

Sergio Astorga dijo...

Mi querida Izaskun, con el respeto que me mereces te doy las gracias por permitirme entrar en tus historias. Sé que volverás cuando así lo quieras y necesites.
Luz y sombra. Así es el Abarrote yo de fiesta y tu de despedidas.

Esperamos si los tribunales –que conoces- nos dejan, visitarte en la Librería.

Abrazos siempre

Abol dijo...

Sergio me roba las palabras, Canariza querida. Tú nunca te fuiste y nunca te irás. Tus palabras -todas- están guardadas en mi corazón.
Te quiero mucho y siempreconhistorias seguiremos ambas.

Besos,
Fábola.

María Eugenia Mendoza dijo...

Querida Izaskun:
Este despedida, temporal (como el título del libro de nuestro querido Sergio) es totalmente congruente con tu ser vital, tan grande, generoso y prudente.
Gracias por haber creado este "Siempre con historias", maravilloso puente de comunicación y amistad sin fronteras.
Espero algún día llegar a tu librería y compartir tu palabra de viva voz.
Un abrazo.

RGAlmazán dijo...

Gracias a tí, querida amiga. Lamento tu ausencia pero sé que estarás ahí. Mucha suerte y cuando quieras aquí estamos.
Besos

Salud y República

Angel Adanero dijo...

gracias por estar y por ser. gracias por las palabras y por las letras. gracias por todo y por la vida, viejita con historias.

un besoncio bien fuerte.

Cachalote dijo...

Querida i,

la letra enclenque que es en realidad un junco meciéndose al sol.

Los silencios son a veces una lluvia fina, algo triste y melancólico pero con un poder extraordinario de creación. Espero que hayas crecido en ellos y que el silencio que ahora te toca guardar a ti sirva de alimento a quienes te rodean. Por mi parte, paladeo despacito un cuadrado de chocolate amargo. Ha sido un placer ser quien he sido para ti, ya que no existo de ninguna otra manera. Ahora toca volver a nacer en otra parte, en otro océano.

Te quiero.

Maribel Romero dijo...

Esperaremos tu vuelta cuando lo desees, siempre hemos respetado tu libertad y admirado tu talante y tu talento. Aquí estaremos. Mientras tanto vive y sueña.

Un fuerte abrazo.

J.R.Infante dijo...

Seguro que algún día, navegando por las ondas volveremos a encontrarte.
¡Que te vaya bonito!
Un abrazo

MCruz dijo...

Abrazo tu blog, como árbol robusto que dejas, para pasear y releer. Las despedidas con proyectos nuevos son esperanzadoras. Mil besos, te adoro.

Freia dijo...

En ocasiones más vale apropiarse de las palabras de otros.

Y si el azar te lleva lejos,
Que los dioses te guarden el camino,
Que te acompañen los pájaros,
Que te acaricien las estrellas.
Y en un rincón de esta voz,
Mientras la pueda hacer oír,
Siempre irá escondido tu sonido...

... Pues eso.

NáN dijo...

Mi amigo, que hace año y medio abrió una librería en la esquina de mi casa, tan cercana que podía ir en zapatillas de casa (¡que atento!), utilizó la oche del Libro para hacer una fiesta y cerrar.

Que cierres (temporalmente espero) esta bitácora para centrarte en sostener tu librería, es una decisión fundamentada. En estos tiempos terribles, los libros (incluso los que enseñan a combatir estos tiempos, pero también toda la literatura buena, que nos enseña a vivir) son imprescindibles.

Los tiempos son duros y necesitarás todo tu esfuerzo y coraje.

Al fin y al cabo, el "viaje" sigue siendo el mismo: hacia un puerto mejor.

Visítanos de vez en cuando, avísanos cuando reabras, resiste por todos nosotros.

Un beso,

Nano

Esponjita dijo...

Nomás vine a ver que te ibas... :(

y más :(

Bueno, ojalá vengas a ver nuestros abrazos de despedida, que tengo muchas cosas que decirte, pero por ahora mis palabras se las traga todas Aristóteles... abrazo!

Lena yau dijo...

Gracias, mi querida I.

Nos veremos (segura estoy) con cañitas y anchoas, barra mediando, en alguna de las islas que ocupamos.

Allá.

Acá.

Allacá.

Un abrazo enorme.

Anónimo dijo...

Ahora que paso por aquí, de nuevo (pero de viejo), es el mejor momento que encuentro para darte un gran y agradecido abrazo.
Hasta siempre, Izaskun.

Juanan.