lunes, 6 de octubre de 2008

¿Censores? ¡¡No, gracias!!

Hace unos días apareció en el blog de la escritora chilena Lilian Elphick un texto que, bajo el título Yo acuso (http://lilielphick.blogspot.com/2008/09/yo-acuso_16.html) denunciaba la censura que se había ejercido en esta teóricamente libre red contra una imagen hecha por Alejandro Gelaz para su Arbeluc. Hoy Fernando Valls, en La nave de los locos, insiste en el tema con un extraordinario artículo (http://nalocos.blogspot.com/2008/10/la-censura-en-la-red.html) y es que, en efecto, no se puede dejar pasar.



Tengo dos hijos pequeños (seis y en pocos días ocho años) y procuro controlar sus fuentes de (des)información. Lo hago como madre sin censurar lo público: intento que no vean los telediarios, aunque saben quién es el alcalde de la ciudad, van a manifestaciones y hablan de política, favorezco que jueguen en la calle y que la televisión que consuman sea junto a mí y comentando los dibujos (sí me pego con ellos pokémones que desconocía y entro en conversaciones sobre el fluido de Galaxy Fútbol), cuando juegan con el ordenador me siento al lado y participo de las carreras de coches, o les pongo los juegos de Pipo. Mis hijos saben que hay hambre en el mundo y que es evitable con gestos distintos a la caridad; conocen miserias propias y ajenas; conviven con mi madre demenciada y salen a diario junto a ella rehuída por la gente; me cogen las tetas y dicen que querrían volver a ser bebés para que saliera leche y se ríen de que yo no tenga pene o pito o cuca o carajo...



Mis hijos son pequeños pero saben que cuando se acusa se levanta la mano, que cuando se dice esto es una mierda hay que argumentarlo, que la justicia hay que trabajársela y que la cobardía no es cuestión de machos. Todavía no saben de la Santa Inquisición que se parió en nuestra lengua. Sólo espero que no caigan en la demencia de etiquetar a otros y divulgar falacias. Espero que sigan leyendo y coincidan conmigo en rechazar la censura. Confío en que lo harán.



Gracias.

7 comentarios:

Alexia Lefebvre dijo...

Hola Izaskun,

Gracias por tu visita a mi blog. Seré mamá en enero por lo que, apenas, puedo entender a lo que te refieres. Pero creo que todos deberíamos, siempre, levantar la voz contra la censura.
En fin, gracias por las palabras y la vuelta. Nos estamos leyendo.

Anónimo dijo...

no tenés que preguntar si enlazas un blog, enlázalo y ya. ¿O lo haces para que te corresponda?

Mónica dijo...

Increíble que acabemos censurando la libre expresión y permitiendo llevar armas en el bolso

Abol dijo...

Gracias, Canariza, por insistir en el tema (o temazo) de la censura.

Un abrazo azo oso
Lili

JUANAN URKIJO dijo...

He ido hasta lo de Lilian, para echar un vistazo al asunto. Ya estoy de vuelta... ¡Qué quieres que te diga, Izaskun! Existen; todavía andan ahí, con sus miserables tijeritas, incapaces de denunciar que la auténtica obscenidad no tiene que ver con la belleza de un cuerpo desnudo y sí con lo más oscuro y violento de la condición humana.

Muxu bat!

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, ante la oscuridad la luz.
Ante el puritanismo: la crítica.
Ante la la ignorancia: lectores.
Los censores no tienen ojos,
no son lectores
por lo tanto son puribrutos.

Mantengamos la luz encendida.
Un abrazo de 100 wats
Sergio Astorga

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias a todos y a todas por los comentarios contra la censura. Estoy absolutamente de acuerdo con Dédalus respecto a esas tijeritas.
Un abrazo,
Izaskun