MESA DEL SILENCIO
Tirgu Jiu
Nos sentamos a la mesa del silencio,
al aire de los chopos y los arces
del parque interminable de hojas muertas.
Implacable y amoroso
callaba el caudal inmóvil de blancos
cantos.
La piedra ingrávida,
paréntesis al tiempo
y altar
de la profunda soledad del alma humana.
El blanco lecho va´cío de las venas
era blanco como aquel blanco cauce
donde el río no corre.
Nos sentamos
y allí nos quedamos para siempre,
en la mesa del silencio.
Allí,
donde tiempo más tiempo más tiempo
no es nunca igual a tiempo.
Clara Janés, BRANCUSI y una carta de CHILLIDA,
Madrid, pliegos Adamar, 2005, págs. 16-17.
3 comentarios:
Sabes Izaskun... este poema me lleva a algo que esta tarde-noche he vivido.
Salía de la Universidad hacia las 6y era ya noche cerrada. He decidido volver a casa andando, una media hora, apenas llovia...
Salía del taller de haiku al que acudo todos los miercoles, en el que habíamos hablado y trabajado sobre el otoño, las hojas caídas, el tiempo, la muerte y el silencio.
Mientras pasaba el puente que separa la universidad del centro de Bilbo, mi mirada ha quedado prendida en una larga hilera de arces japoneses cuyas hojas ( las pocas que quedaban) son de color rojo intenso.
He sentido una sensación como de que todo estaba conectado. El entorno, los arboles, el tiempo, las clases... ha sido bonito.
Y ahora me ha gustado revivirlo al leer el poema que nos traes.Que habla de todo ello, incluidos los arces.
Un beso Izaskun
Salgo ahora de tu blog y te encuentro en el mío, Pizarr. Definitivamente el mundo es un pañuelo. Me hablas de hojas rojas: ¿conseguiste el libro que te quiero regalar de Shaun Tan? Sé que te va a gustar.
Un beso y millones de gracias, Pizarr.
Es que al final no me dijiste el título, ni el autor... creo...
O quizás me lo dijiste en tu propio blog y yo no volví a entrar en aquella entrada.
De todas formas si se trata de Shaun Tan lo conozco y tengo "Emigrantes" y "El arbol rojo"
Si es otro título ya me dirás cual. ¿ vale ?
Ahora ya no me pasa, porque siempre vuelvo a mirar en la entrada anterior porque se que sueles escribir. Ya te he cogido el tranquillo.
Es que yo hace tiempo dejé de contestar a los comentarios en mi propio blog porque era imposible llegar a todo. Pero la verdad es que me gustaba el dialogo que se establecia.
Ya ves de nuevo que horas y donde ando. Tras leer horas he vuelto al ordenador. Porque no puedo dormir con este trancazo.
En días así comprendo a los que dicen tener insomnio y me parece tremendo.
Un beso Izaskun
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