lunes, 2 de febrero de 2009

CAPITALISMO

Conocía la teoría económica y las bases históricas de lo que llamaban capitalismo. Sabía, también, explicar el fenómeno denominado globalización y argumentar su oposición al sistema reinante. Sin embargo, había algo en él que se resistía a creer que los seres humanos, sus compatriotas, no poseían más religión que la del capital. Se negaba a aceptar el valor del dinero y pensaba, pobre iluso, que ante las angustias de la existencia las personas tenderían a aferrarse a creencias más que a monedas. Tenía la certeza de que así debía ser y se propuso demostrarlo.





Harto de que sus colegas lo tildaran de romántico, el doctor Menéndez decidió realizar un experimento que mostrara al mundo la veracidad de su hipótesis. Y fue así como Alejandro, (nombre de pila de nuestro doctor, que sólo en boca de su madre oía), solicitó una excedencia en el hospital en el que trabajaba y salió al mundo dispuesto a demostrar la inoperancia del dinero ante la vitalidad del ser.



Y así partió el doctor, vestido de muerte, a recorrer los senderos de la vida. Y transitó guadaña en ristre, durante años, por caminos sinuosos e iluminadas autopistas. Y presenció pánicos múltiples e individuales, gritos graves y agudos, miedos públicos y privados. Y como muerte acongojó a orientales y boreales, jóvenes y viejos, machos y hembras. Y buscó el ser. Y regresó cansado.





Volvió a su hogar, el doctor Alejandro Menéndez, cansado y solo, con la guadaña mellada y el ánimo herido. No verificó su hipótesis. Por contra el doctor era, ahora, millonario.

17 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Y con ello se cerró el círculo que contiene la angustiosa verdad.

Todo se mueve por dinero.

Besos.

Anónimo dijo...

Es cierto por más vueltas que le demos a la rueda, su poder no tiene ningún rival.

Fántastico Izaskun, magistral como siempre tu narración, me das permiso para robartela?.

Un abrazo sin monedas.

Anónimo dijo...

Es cierto por más vueltas que le demos a la rueda, su poder no tiene ningún rival.

Fántastico Izaskun, magistral como siempre tu narración, me das permiso para robartela?.

Un abrazo sin monedas.

Miriam Jerade dijo...

Es triste, pero a la vez siempre he creído que el capital es juguetón, es menos moralista de lo que imaginamos, me gusta que sea un doctor porque pese a todo, él intercambia cuidados, y la economía se mantiene, quizás una economía más divina que humana. En fin. Lo triste es que al parecer, por más que uno deponga, la fortuna lo alcanza. Cuéntame más de tu gatita o gatito, yo dejé al mío en México y murió de tristeza asmática. Un abrazo.

Sergio Astorga dijo...

Izaskun,con la misma ferocodad, ironnía y realidad, no se me ocurre nada más que recordar a Quevedo.

"Y es tanta su majestad,
aunque son sus duelos hartos,
que con haberle hecho cuartos,
no pierde su autoridad;
pero, pues da calidad
al noble y al pordiosero,
poderoso caballero es don Dinero".

Un abrazo millonario.
Sergio Astorga

Anónimo dijo...

La paradoja se llama coherencia.

Me ha recordado sin querer una película... "Los hombres armados", de John Sayles. Quizá la cara del doctor Alejandro tuviera asombroso parecido con Federico Luppi... (esperemos que no).

Un saludo

Raquel T. dijo...

Parece mentira, reina Izaskun, que una invención humana nos haya esclavizado de una forma tan humillante, porque ante el "poderoso caballero" so olvidan aprecios, se sentencian familias, se asesinan vecindades, se amordazan las verdades... Y pensar hay gente tan, tan pobre, que sólo tiene dinero, Izaskun...
¿Seremos capaces algún día de cambiar el valor de las cosas por el valor de las personas?
Abrazos valiosos por lo que son...

Maribel Romero dijo...

A todos nos ha recordado algo tu narración. A mí me ha recordado el cuento de León Tolstoi "Iván el imbécil". Un paraíso donde el dinero es la perdición y quién lo tiene es muy pobre.

Muy bueno, Izaskun.

Un abrazo.

Gemma dijo...

"... solicitó una excedencia en el hospital en el que trabajaba y salió al mundo dispuesto a demostrar la inoperancia del dinero ante la vitalidad del ser. Y así partió el doctor, vestido de muerte, a recorrer los senderos de la vida...", y volvió millonario.

¡Qué bien describiste con este micro al lobo feroz!

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Torito, no se cierran las vueltas pese al ruedo. Todo se mueve sí y por ahora gana el dinero. Sigamos dando vueltas. Te va lanzado en espiral un beso multiplicable y sin dinero.
BBBBBBBBBBBBBBBBBBBBBbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbbebbbbbebebebebebbsbsbsbsssssssssssososososososososososososososossosososoooooooooooooosssssssssss

Librería de Mujeres Canarias dijo...

En tus ánimos encuentro yo un firme rival al vil metal, Triana. Mucho me curas con tu verbo. Y mucho te lo agradezo (tienes permiso para robarme lo que quieras, hasta dinero si lo hubiere).
Un beso.
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

No es juego que me guste, el del capital, Miriam. Prefiero gatitos juguetones. La de la foto es Lola (la de Adalberto), tenemos otra que se llama Murci(elaguita) más de Tomás. Las dos son tímidas y fieles.
Un beso.
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Poderoso caballero, Sergio, antes del capital era ya don dinero. Acepto gustusa tu abrazo, que más pueden los colores que papeles mal imprentados.
Un abrazo de vida.
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias Cachalote por la instrucción que me brindas. Tengo una deuda con mis imágenes y no he visto la película de Sayles (me acabo de leer varias cosas al respecto). Tener la cara de Federico Luppi quisiera yo para hombres amables. Y tu cultura para un día de fiesta.
Un abrazo.
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Princesita de mis sueños felices. Si tú lo deseas con fuerza, seguro que algún día sabrán los humanos escucharse sin dinero de por medio.
Gracias por todo, Raquel.
Un beso.
Izaskun.

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Gracias, Mega, es que tengo varios lobitos feroces rondando por las estanterías de esta casa con niños. ¡Y los hay magníficos!
Un abrazo de mamá loba.
Izaskun

Librería de Mujeres Canarias dijo...

Maribel, perdona que te salté. Estoy un poco más desastrosa de lo habitual con los nervios del estreno de mi chico (que no es mío pero me aguanta). El dinero empobrece pero se hace necesario. Terrible la forma en que nos aferramos a él. Un beso y muchas gracias por tu comentario.
Izaskun