Hubo una puerta primera. Una genitora que se fue y se llevó su hueco imprescindible. Una madre puerta que hace tiempo les escribí y hoy, porque tengo la cama sin hacer y el cansancio a flor de piel, porque los orígenes deben nombrarse, porque la necesito vuelvo a exponerla.
Puerta (i)
A mi madre.
Miles de veces le dije que la necesitaba pero ayer me abandonó. Se fue a mediodía, mi puerta desquiciada, dejándome atrapado y sin salida.
Desde la condena de mi encierro escribo, mientras evoco la esbelta silueta de su marco y el sonido metálico de sus goznes. Por ella viví un afuera que no volverá. Me niego a la resignación de ser, sin el imprescindible hueco de su presencia.
Desde la condena de mi encierro escribo, mientras evoco la esbelta silueta de su marco y el sonido metálico de sus goznes. Por ella viví un afuera que no volverá. Me niego a la resignación de ser, sin el imprescindible hueco de su presencia.
28 comentarios:
no sé si resignación es lo mismo que "dejar ir"... las puertas siempre serán mejor si permanecen abiertas.
saluditos!!!!
El hueco de su presencia...
Que fuerte.
Besos.
Menos mal que las madres no se van nunca del todo.
Besos
La puerta de la escritura, Canariza.
Me encantó.
Besos.
Mmm, ¿le has sugerido las ventanas? También tienen puertas, más chiquitas, y cristales gruesos dividos en cuarterones. Se puede salir a través de ellas y también contemplar el inmeso universo.
Besos. Entrañable y nada sensiblero.
Queridíssima Izaskun,
Os abandonos quando acontecem em plena madurez podem deixar a porta aberta a novas chegadas. Quanto mais não seja, a porta aberta convida à renovação do ar. Renovem-se "miradas".
Beijos, Helena
Hoy si, que tengas un hermoso dia, en primavera.
Esas ausencias que duelen y mucho, muy bonito su blog.
Saludos.
Sí, Cat's, mejor abiertas. Gracias por venir. Un beso.
Presencias que nos permiten adentrarnos en otros y en nosotros, querido Toro. Presencias que se dejan atravesar. Puertas. Huecos vitales.
¿Recuerdas el discreto encanto de la burguesía?
Un beso
No nos atrevemos, querida Mega, a irnos del todo. Siempre dejamos una sombra chiquitita y flexible donde estuvo la gran puerta. O casi siempre (que no es lo mismo pero).
Un beso
Izaskun, no te puedo decir que es más difícil: cerrar la puerta o abrirla. Unas veces entra aire fresco y otras se sale.
El problema de la resignación es que no te deja apreciar que aire te gusta mas.
Un abrazo en el alfeizar.
Sergi Astorga
Me encantan tus minis, I. Abres mundos con la sencillez de quien levanta piedras en la playa, destapando universos que habitan en la cara oculta. Sigo leyendo.
Un abrazo incorpóreo.
*
Abol, querida, tu presencia es capaz de suplir la puerta esencial.
Millones de gracias.
Besosos.
Gracias por la sugerencia, Bruja nada malvada. Intentaré que use las ventanas. ¿Le prestas escobita si la necesita?
Un beso.
NáN, un privilegio tu comentario.
Gracias.
Queridísima Helena, muchas gracias por tu visita. Ojalá se renueven las miradas y podamos dejar las puertas abiertas.
Un beso.
Muchísimas gracias, El 18 sí, pajarito rubio.
Gracias .
Encantada de recibirlo por aquí, Servando. Le preparo un café para próximas visitas.
Apoyada en el desquicio de la mancebía tomo tu abrazo, querido Sergio, siempre llenoo de buen aire.
Un beso.
Cachalote soñado. Lo por ti escrito debe estar entre las cinco cosas más bonitas que me han dicho en la vida.
Qué rico tu abrazo!
Gracias por permanecer.
No hay nada peor que la resignacion del ser. Agachar la cabeza y esperar el golpe.
Resignarse, nunca. Siempre hay puertas, querida Izaskun, siempre.
Basta con saber llamar a las buenas, basta con saber cerrar las que escondian el sonido metalico de sus goznes. Basta con abrirlas al eterno hueco de sus presencias.
Un relato lleno de ternura, como tu.
Mi reina Izaskun, déjame decirte que esta abertura resuelta al abandono me trae y me deja muchas cosas... Puerta y madre, orígenes, entradas o salidas a lo esperado o a lo que otros esperan, inicios del todo en el todo más plural, traspasos de umbrales decisorios y anhelantes de ser atravesados. Déjame decirte, mi reina Izaskun, que tu puerta me trajo la mía, de regazo cálido, aunque distante, de quicios firmes, aunque difusos.
Abrazos abiertos de par en par...
Gracias por tu comentario, Ana (¿Julia-Elisa?). Siempre hay puertas a las que tocar, lo sé. Pero cuando se va la que comunica queda uno entre muros.
Saldré.
Un beso
Cuántos umbrales decisorios atravesados, princesa Raquel! Cuántas puertas desgastadas de pasar por ellas!Cuántos vacíos!
Tu abrazo me llena de vida. Tus ojos me encandilan.
Gracias por cada respiración, niña querida.
Un beso de mamita.
No te me enojes.
Vale, lo intento Eva.
Un saludo.
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