En Santa Cruz, el viernes 19 de junio de 2009.
Se acerca la medianoche y me siento (por esta vez de sentar) sola en un taburete en la barra de un bar. Es la primera vez que entro, hay mucha gente pero nadie conocido, respiro. Sobre mi porción de barra una cerveza bien fría, un pequeño plato de pan con tomate y anchoas, mi libreta, el pilot deslizándose, las servilletas... Desde mi anonimato en el bar bullicioso de voces violentadas por el alcohol inicio la escritura de mis dos últimos días. Y les cuento...
Ayer jueves, a las siete de la tarde, fui al auditorio de esta ciudad, a uno de sus pequeños cuartos de la parte baja, a escuchar a Cristina Peri Rossi que es, como bien saben quienes aquí vienen, una de mis ídolas. Me costó ir, me cuestioné la salida hasta pocos minutos antes de pisar la calle, me sentí ridícula, me vine abajo, me pinté en exceso y se me corrió de nuevo el rimel, me enfadé con el espejo, llamé a una antigua alumna para que hiciera de canguro con mis hijos, me hablé en segunda persona y me oí diciéndome estupideces, metí en el bolso La nave de los locos, me colgué del brazo de Patrick y caminé hacia el auditorio.
Hoy sola, tras una mesa redonda con mujeres del ámbito de la filosofía y de la literatura (entre ellas de nuevo Cristina Peri Rossi y Elsa López), sintiéndome fuera de lugar como tantas veces, antes de bajar a mis infiernos y censurarme la inmadurez que me abunda pese a la edad, quiero escribir que disfruté de la charla de ayer (mucho) y de la de hoy (también). Me sentí bien oyendo a la escritora uruguaya que desplegó la ironía (en el impulso me salió fina ironía porque mi impulso es redundante, como yo) que tan bien maneja, hilvanó en su discurso referencias literarias y científicas con anécdotas familiares cuidadosamente escogidas, cautivó al público con su verbo insaciable, con sus guiños políticos, con sus reivindicaciones feministas, y con su poesía. Antes de mañana, antes de recaer en la sensación de vacío, antes de saberme intrusa en estos espacios quiero decirles, hoy, que me gustó estar y escuchar, que reí libre, que analicé silenciosa, que miré cómplice. Que disfruté y quiero dejarles aquí un poema que leyó la autora y otro que con frecuencia en silencio leo yo.
CRISTINA PERI ROSSI
FIDELIDAD
A los veinte años, en Montevideo, escuchaba a Mina
cantando Marguerita de Cocciante
en la pantalla blanca y negra de la Rai
junto a la mujer que amaba
y me emocionaba.
A los cuarenta años escuchaba a Mina
cantando Marguerita de Cocciante
en el reproductor de cassettes
junto a la mujer que amaba,
en Estocolmo,
y me emocionaba.
A los sesenta años, escucho a Mina
cantando a Margherita de Cocciante
en Youtube, junto a la mujer a la que amo,
ciudad de Barcelona
y me emociono
Luego dicen que no soy una persona fiel.
Este poema abre el libro Playstation que le ha valido a su autora el XXI Premio Fundación Loewe y ha sido editado en Visor este año. El que hace años vengo leyendo se encuentra en el libro Aquella noche, editado por Lumen en 1996 (p. 13) y dice así:
MUJER DE PRINCIPIOS
He sido fiel al blues
a Sara Vaughan,
al mar,
a la aspirina,
a Caspar David Friedrich,
a los nocturnos de Chopin
y a los diurnos de Van Gogh,
al cigarrillo,
a la máquina de escribir
y a la lectura del periódico.
Al mar
-no a la montaña-
a la noches
antes que al día,
al invierno
antes que al verano,
al gua,
no al fuego,
a la química,
no a la geografía,
a la solidaridad
más que al sexo,
a la belleza,
siempre a la belleza.
He sido fiel a los perros,
a los osos,
a los dinosaurios
(nunca a las aves),
a los barcos,
no a los aviones.
Si no he sido fiel en el amor
sólo ha sido
por fidelidad a los fantasmas.
Ayer y hoy escuché y admiré a una de mis fantasmas. Esta es la crónica de ese encuentro. Y me voy del bar que no hay mujeres ya. Buenas noches.
22 comentarios:
No sabes la alegría (y la envidia, para qué vamos a andar con cosas) que me da de saberte junto a la Peri Rossi, y que el rimmel se te haya corrido y que hayas metido La nave de los locos en el bolso.
Tremendos poemas.
Un besote
No es que aprenda, es que la emoción me desbarata por dentro cada vez que te leo; y pienso... esta mujer ( o sea tú) no puede sentir vacío, ella no.
Gracias por todo lo que me permites conocer en suaves entregas vía blog.
La fidelidad y los principios.... bueno, son significados que distorsiono con inusitada frecuencia.
Una sonrisa y un abrazo
Una suerte haber estado con esa inmensa poeta y gran mujer, toda consecuencia y fidelidad.
Un placer leer aquí los dos poemas que citas.
Tengo pendiente comprar el de Visor.
Gracias por todo.
Besos.
Dos días de lujo.
Tienes que exprimirlos bien y que te llenen un poco los vacíos.
Bien por ti.
Bien.
Besos.
Me gustan mucho los dos poemas que colgaste. Lo debiste de pasar pipa literariamente hablando.
De serle fiel a alguien hoy dîa, creo que optarîa también por serle fiel a los fantasmas..
Me alegra saberte de bares y tertulias.
Un beso enorme, querida Izaskùn.
Que maravilla de salida...
Poesía, cerveza, pan con tomate y anchoas!
Suena perfecto para mí.
Hay veces que siento que podría vivir dentro del agún poema.
Y hay otras en que pienso que el pan con tomate se inventó para hacerme feliz!
Un besito, I!
Qué bien narrada tu experiencia. Y qué maravillosos poemas nos dejas.
Besos.
Hummm... Tienes buen gusto para tapear (cerveza, pan con tomate y anchoas...me relamo)y muy buen gusto en tus lecturas. Profundos los poemas de Cristina Peri Rossi...es una mujer a la que admiro profundamente y coincido contigo en que atrapa siempre, siempre al oyente en todas sus tertulias.
Un besote!
Es bueno que te sepas inmadura. Eso significa que como proyecto no estamos acabados.
Y eso se nota: es una vibración de vida.
Los poemas son de marca alta.
Un beso.
Gracias por alegrarte, Abol magnífica. Confieso que en gran medida fui por ti, para rehabituarme a gentes de conferencias literarias para cuando vengas. ¡Ya te contaré con más detalle!
Besazo.
Querida Ilia, tu voz cariñosa sí que me deja a mí desbaratada y llena de ilusión por saberte y leerte.
No sabes cuánto bien me hacen tus palabras.
Un beso.
Un auténtico placer, Ybris, escuchar a Cristina Peri Rossi después de años que me parecen de otra vida. Te daré envidia diciéndote que el de visor me lo regaló ella, y está sabrosito.
Un abrazo.
Intento exprimirlos, querido Toro y el vacío se enfada y me toma. Combato angustias con palabras y recaigo en la soledad. Mis hijos me resucitan y sigo.
Mil gracias por estar.
Besos.
Lo cierto es que lo pasé bien, querida Eva. Escuchar a gente inteligente y culta me fascina y ese fue el caso. Ahora me toca encerradera lectora. Besazo.
Ah no, Lena, eso sí que no el pan con tomate y anchoas surgió para hacerme dichosa a mí, aunque si quieres compartimos inicios, que no soy mala para esas cosas.
Fue bien la salida, aunque por momentos me sentí muy incómoda.
¿No vives en un poema?
Y besos.
Mil gracias por tu visita, Juanma, me alegro de que te hayan gustado los poemas.
Un abrazo (a los cuatro).
Querida Brujita, mil gracias por alabarme el gusto. En el tapeo soy más amplia (me gusta comer y beber) y también en las lecturas, claro. Creo que poca gente que haya visto a Peri Rossi desiente de su capacidad para hacer cómplice al público.
Un besote.
Querido NáN, coincido en lo de la inmadurez y los proyectos aunque a veces quisiera ser (aurora boreal y) una mujer cerrada. Supongo que cuando muera.
UN beso.
En la página 655 del tocho de su poesía reunida de Lumen tengo marcado ese poema que tú hace años lees y relees.
Ella como yo, es de noche, de mar, de invierno, de agua, de nocturnos de Chopin y de belleza... siempre de belleza.
Querida Izaskun creo que eres demasiado exigente contigo misma, me hubiera encantado compartir ese rato de barra de bar sin mujeres, hablando contigo de la mesa redonda que acababas de compartir con Peri Rossi.
Me gusta la emoción que pones en cuanto haces, en esas cosas cotidianas que luego nos cuentas.
Por cierto... me encanta el pan tostado con tomate y anchoas... jajaja
Y utilizo pilot porque se desliza sin tener que forzar como ocurre con los bolígrafos...
Como ves, cada día descubrimos más cosas que enlazan nuestras vidas.
Un fuerte abrazo Izaskun
En la bruma hay árboles que nadie ve, dice en "Los grandes ciclos", creo que tú por tu extremada sensibilidad ves todos esos árboles que nadie ve Izaskun...
Escribí y mi propio blog me rechazó el comentario. Mal síntoma. Hace años que abandoné a los bolígrafos en favor del pilot negro, siempre negro, que me resulta mejor para la visión y el gesto.
Me siento honrada con cualquier lacito que nos una, querida Pizarr, pues eres para mí la encarnación de la sensibilidad artística en sus mejores manifestaciones y eso me hace sentir orgullosa.
Mil gracias por tus palabras.
Besos a las dos.
Cuando quieras pon fecha y hora para esa cena!!! Besos
Hola, precioso, Patrick está en Madrid, vuelve el sábado. Los llamo para el fin de semana.
Besotes.
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