martes, 28 de octubre de 2008

QUAND VOUS SERAIZ BIEN VIEILLE, Manuel Vázquez Montalbán

Cuando me volví de los años granadinos a esta ciudad, allá en 1990, era yo impertinente defensora de mis conocimientos y mujercita con estilo en el vestir. Ganaba en el colegio ochenta mil pesetas que me daban para libros, comidas, teatros y cines. Viví mi tiempo de esplendor y de insolencia.
Un día me apeteció volver a la poesía de Montalbán y me fui a la librería más fuerte de la ciudad. Allí un bigotudo dependiente usó el ordenador con el que ya contaba esa expendiduría de libros y tras escribir Montalván me aseguró que no tenían nada de él. Yo, joven, pero paciente, le dije que era Vázquez Montalbán, el de las novelas de Biscuter y Charo y..., sugerí que tal vez se escribiría con b. Entonces sí, claro, tenemos La rosa de Alejandría, El Pianista, Tatuaje... -"Quiero su poesía", le dije por enésima vez al vendedor. -"Pero señorita, no puedo inventarme una poesía que no se ha escrito".
Me fui callada y en la visita navideña a Granada me traje A la sombra de las muchachas sin flor. El libro, señalado, como todos los por mí leídos si son de la casa, tiene este poema que el 14 de diciembre del año 1996 le envié a Patrick en una de aquellas diarias (sí) cartas.


QUAND VOUS SERAIZ BIEN VIEILLE
CUANDO seas muy vieja
y yo me haya muerto
descubrirás una tarde las horas
especiales
el aroma de los soles ponientes
lo profundo oscuro del aire
anochecido en las calles sin retorno
vagarás eternamente en busca del espejo
que devuelve instantes felices
-de azul el mar
en nuestra carne sol y deseo-
ante la muerte del tiempo en el cristal
oirás las músicas que nos drogaron
los ruidos cotidianos que nos resucitaban
deslices
de aguas de jabón hacia simas
terribles
cajas de música postales cerebrales
y en el espejo fijo el spot de nuestra vida
con dentaduras blancas y pieles doradas
jóvenes antiguos felices invencibles
mas no dejes que oscurezcan tus ojos
y el espejo extinga su realidad y tu deseo
porque te verías vieja y solitaria
con los ojos dormidos por la angustia
el viento
que se lleva las hojas de un otoño horroroso
cuando seas muy vieja
y yo me haya muerto
rompe espejos retratos recuerdos
ponte bragas de corista diadema de acanto
sal desnuda al balcón y méate en el mundo
antes que te fusilen las ventanas cerradas.

4 comentarios:

Miriam Jerade dijo...

Hola. No lo conocía. La paráfrasis al título de Proust es bastante genial. Claro, uno gustaría de decirles a los recién nacidos todo lo que van a descubrir, al final, sigue siendo lo más simple, lo cotidiano, lo que permanece ¿permanecerá? a pesar de las revoluciones históricas, la caja de música, la tarjeta postal, los ruidos cotidianos.

Miriam Jerade dijo...

Hola. No lo conocía. La paráfrasis al título de Proust es bastante genial. Claro, uno gustaría de decirles a los recién nacidos todo lo que van a descubrir, al final, sigue siendo lo más simple, lo cotidiano, lo que permanece ¿permanecerá? a pesar de las revoluciones históricas, la caja de música, la tarjeta postal, los ruidos cotidianos.

Sergio Astorga dijo...

Izaskun, si me permites, el estilo no lo has perdido y estas viñetas que nos das, dirían en portugués que tienen "jeito", cascabel y gusto. Están "Chidas" para ser insolente, genero que frecuento más que el esplendor.
El poema, coincido con Miriam, en su paráfrasis es estupendo. El poema en es contundente. Para mí es un descubrimiento Montalbán como poeta, había leído una novela y artículos, creo que voy a gustar más de su poesía.
Gracias.
Un abrazo bien vestido.
*por tus comentarios, otro abrazo

PIZARR dijo...

Pues tampoco conocía yo su poesía y esta me ha encantado.

Me siguen sorprendiendo los paralelismos que encuentro entre nosotras.

Yo también era de muchas cartas, a las que añadía poemas e incluso "otras cartas".

Hoy sigo haciéndolo con las personas que me llegan de una manera especial.

Un beso Izaskun