LA MUJER ENSIMISMADA,
Menchu Gutiérrez
En el centro del jardín aprendo qué he venido a hacer aquí, y mientras las primeras gotas, pesadas y gruesas, comienzan a golpear la tierra y a doblar las ramas infantiles de los árboles, me encamino hacia la primera casa; abro la pequeña verja de la entrada, subo los peldaños del número uno y, sin llamar, y sin llave, empujo la puerta, que se abre sin oponer la menor resistencia.
La casa comunica calor inmediatamente. En el pequeño recibidor hay una mesa con una lámpara encendida y un perchero encendido en el que cuelgo mi abrigo. Camino por una sucesión de alfombras y me detengo en la puerta del salón, una puerta corrediza de madera y cristal. La hago deslizarse sobre los rieles y entro en el salón, iluminado y vacío.
(...)
Menchu Gutiérrez, La mujer ensimismada, Siruela,
Madrid, 2001, página 10.
6 comentarios:
Gracias por las porras Izaskún. Me han hecho mucho bien...
Me voy y regreso pronto:
Besos, y màs besos esponjosos
Curioso eso de leer a retazos, mi reina, curioso e interesante, porque verdad es que hay días en que tenemos hambre de unos textos y días en que tenemos falta de otros. He disfrutado mucho de este fragmento, Izaskun: claridad, agilidad... Me gustan mucho las descripciones, con oo sin movimiento y, con la primera frase, "en el centro del jardín aprendo qué he venido a hacer aquí", me parece muy hermosa y reveladora (creo que todos, en todas partes, tratamos de aprender qué hacemos aquí, ¿verdad?). Gracias por compartir tan bello ensimismamiento.
Abrazos palaciegos... ;)
No lo he leído.
Me ha gustado ese trozo.
Yo no puedo leer como tú necesito acabar.
Besos.
De nada Esponjita, te mereces esas porras y más. Estoy segura de que una chica tan talentosa escribirá una maravillosa tesis (y yo que la vea).
Muchos ánimos y besitos.
Izaskun
No siempre leo a retazos, claro, pero me resulta curioso cómo tras años en las mismas fechas me apetecen las mismas lecturas, me asombra mi reincidencia. También a mí me parece bella la metáfora del saber, Raquel, me recuerda el pasaje a los Claros del Bosque de mi admiradísima María Zambrano.
Un abrazo de pueblo, que vengo de manifestarme.
Y arrullo para una princesa.
Izaskun
Toro, ese defecto varonil hay que corregirlo. A veces es bueno perderse por el camino. El final, de cualquier modo, llegará.
Un abrazo fuerte con admiración.
Izaskun
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